Ser tratado con dignidad y respeto es ante todo un derecho, derecho que cotidianamente es violentado
paradójicamente en el núcleo familiar y en la escuela.
El maltrato ha sido aceptado como una practica valida, incluso algunos se sienten con el derecho de corregir maltratando utilizando los golpes, la fuerza, los gritos, la coacción, la intimidación.

Cuando un ser humano es maltratado aprende que es valido, aceptable y necesario el maltrato como forma de interacción y método para educar. Esto se convierte en una práctica diaria , así los adultos se maltratan entre si y maltratan a los menores creando ambientes familiares hostiles y violento. Viviendo un circulo vicioso en el cual el niño,
niña y adolescente repite las conductas  maltratadoras en la escuela, la calle y al interior de la familia.

Cuando las instituciones educativas permiten la participación activa de los padres de familia en la formación de la niñez y la juventud, su trabajo es más significativo.

Las instituciones educativas se convierten en el espacio natural donde los padres o personas responsables de los niños y jóvenes, además de confiar la educación y formación integral de éstos, encuentren la oportunidad de reflexionar sobre
la forma como se desempeñan como padres y la manera como pueden ser parte activa en la formación de los hijos e hijas, en la medida que establezcan una relación de corresponsabilidad en la formación y construcción de valores con
directivos, docentes, con otros padres de familia y en general, con toda la comunidad educativa en beneficio de los niños.

La mejor manera de mantenerse
involucrado en las actividades escolares es:

 

  • Asistencia a las reuniones de principio del año escolas.
  • Asistencia a los eventos escolares.
  • Estar informado sobre lo que ofrece el colegio.
  • Ofrecer sus servicios como voluntario en el colegio.

En consecuencia, tanto las instituciones
educativas como las familias deben:

 

  • Conocer lo que deben saber, y saber hacer los estudiantes en las competencias básicas y laborales.
    Relacionarse efectivamente en los procesos de calidad de la escuela, en relación con la evaluación, con el análisis de
    las pruebas de competencias básica y de competencias ciudadanas.
  • Vincularse con los planes de mejoramiento de las instituciones educativas, propuestos por el MEN y las respectivas
    Secretarías de Educación y desde luego, por la misma institución educativa.
  • Generar espacios de reflexión sobre la vida cotidiana de la familia y su relación con el entorno.
  • Procurar el crecimiento integral de los hijos y del grupo familiar a través del intercambio de reflexiones pedagógicas de
    docentes y familia. 
  • Promover la participación permanente de los miembros del grupo familiar en el proceso de enseñanza y aprendizaje
    de los hijos, desde las distintas responsabilidades y roles. 

La Ley 115 introdujo términos como COMUNIDAD EDUCATIVA, la cual está conformada por directivos, docentes, padres de familia y estudiantes. El término comprende además a otros miembros del establecimiento y a la comunidad
que hace parte del contexto de la escuela; entre todos ellos, es decir, entre todos los actores que abarca el término COMUNIDAD EDUCATIVA, tienen como responsabilidad la formación de los estudiantes de acuerdo con la realidad en la que está inmersa la institución.